Lo primero que debemos hacer al hablar del tiempo verbal, es diferenciar el tiempo "real" o "histórico" del tiempo verbal. En inglés se usan dos palabras diferentes para estos dos conceptos. Se usa "time" para referirse al tiempo histórico y "tense" para referirse al tiempo verbal. El tiempo real está relacionado con la magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos, estableciendo un presente, un pasado y un futuro. El tiempo real es el del calendario o el reloj. El tiempo verbal se refiere a la categoría gramatical que sitúa una acción en el tiempo con respecto al momento en que se habla. Es decir, que cuando hablamos del tiempo verbal, el "tiempo" se refiere al presente, presente perfecto, pretérito, imperfecto, pluscuamperfecto, etc. Estos diferentes tiempos verbales son usados para situar una acción en el tiempo con respecto al presente del hablante (que no al presente del calendario o el reloj). Por ejemplo, supongamos que estamos leyendo Don Quijote, la novela de Miguel de Cervantes. El libro empieza de la siguiente manera:
¿Qué tiempos verbales identificas en la oración?
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
El primer volumen de la novela fue publicado en 1605. Así, cuando leemos "quiero", nuestra interpretación de ese "quiero", que es presente de indicativo, va a situar la acción de querer en el presente con respecto al presente del hablante (en este caso narrador) y ese presente va a ser los principios del siglo diecisiete, a pesar de que nuestro presente histórico es el de principios del siglo veintiuno. Asímismo, el "vivía", que es imperfecto de indicativo, sitúa la acción en el pasado con respecto a ese presente del hablante/narrador, y no en el pasado con respecto al presente histórico de nuestro siglo.
En este sentido debemos enfatizar que el tiempo gramatical es un sistema deíctico. En un sistema deíctico, todo se interpreta con respecto al punto de vista del hablante. Hay otros sistemas deícticos en español además del tiempo gramatical. La persona, por ejemplo, también es un sistema deíctico. La interpretación de "yo", "tú" o "ellos" varía dependiendo de quién sea el hablante, de quién emita el mensaje. Otro sistema deíctico es el de los adverbios de lugar "aquí/ahí/allí" o el de los demostrativos "este/ese/aquel". En estos casos, el significado de "aquí" se interpreta en función de la posición del hablante, y lo mismo ocurre con "este". "Este coche" implica que el coche está cerca del hablante. "Ese coche" implica que el coche está a una cierta distancia del hablante.
El tiempo gramatical, en función de este sistema deíctico, establece las acciones en el presente, el pasado o el futuro en relación al presente del hablante.