4.1 Introducción General

 

Si recuerdas, en el primer capítulo anunciamos que la raíz del verbo nos da la información léxica, y la desinencia o terminación nos da la información de persona, tiempo, aspecto y modo. Así, por ejemplo, en "canto", la raíz (cant-) nos indica el significado del verbo: "producir con la voz sonidos melodiosos, formando palabras o sin formarlas". La terminación o desinencia, "-o" nos indica primera persona singular (yo), tiempo presente, aspecto imperfectivo y modo indicativo. Hasta ahora, en los capítulos anteriores, hemos analizado tiempo y aspecto. Es hora de analizar el modo. ¿Qué es el modo y cuántos modos hay en español?

Tradicionalmente, y según la Real Academia de la Lengua Española, se ha dicho que el modo "revela la actitud del hablante ante la información suministrada". Es decir, que el modo se relaciona con el punto de vista del hablante en cuanto a la acción comunicada. Según Emilio Martínez Amador, el modo denota "cómo el sujeto concibe o quiere que se conciba una manifestación de la actividad". Es decir, que el modo no tiene que ver con la realidad o falta de realidad de algo, sino con cómo el hablante percibe una acción o estado. 

En español, y siguiendo de nuevo a la Real Academia de la Lengua, hay tres modos: el indicativo, el subjuntivo y el imperativo. Se asocia el modo indicativo con la realidad o la objetividad, el subjuntivo con el ámbito de lo irreal o subjetivo y el imperativo con los mandatos. En este capítulo nos enfocaremos en los modos indicativo y subjuntivo y sus contrastes y veremos hasta qué punto funcionan las asociaciones generales del indicativo con la realidad y el subjuntivo con la irrealidad.

Para empezar, examina la siguiente conversación entre José y Juan, que hablan por Skype mientras José está en Pamplona, España, celebrando los Sanfermines.

 

Juan: Hola, José, ¿qué tal en España?

José: Súper bien. Ahora estoy en Pamplona, donde empezaron los Sanfermines ayer. 

Juan: ¿Los Sanfermines? ¿Qué es eso?

José: Son unas fiestas muy populares. En Estados Unidos la gente las conoce sobre todo por los encierros. Ya sabes, los "running of the bulls". Pero los Sanfermines no consisten solamente en los encierros, con los toros y la gente corriendo por las calles de Pamplona. Hay muchas más celebraciones conectadas con estas fiestas.

Juan: ¡Ah, interesante! Yo pensaba que los encierros eran la fiesta. Bueno, me alegro de que me hayas informado de la realidad de las fiestas. ¿Y te gustan?

José: ¡Son increíbles! Hay un millón de personas que llegan a Pamplona para ver estas fiestas. Muchas personas son turistas que vienen para ver los encierros. La fiesta se hizo famosa gracias a la descripción que Ernest Hemingway incluyó de los encierros en su novela The Sun Also Rises. Desde entonces, muchos estadounidenses vienen para ver el espectáculo de la gente corriendo con los toros. Al llegar, muchos están muy sorprendidos de que los encierros sean solamente una parte de las celebraciones. Hay música folklórica, conciertos, y muchas cosas más. La ciudad es una fiesta durante 10 días. El último día, la gente se reúne en la plaza principal y canta una canción: "Pobre de mí". En la canción expresan su tristeza de que la fiesta haya llegado a su final. En diez días, cuando llegue el momento final, yo iré a la plaza y cantaré la canción. Después, quiero visitar una ciudad en que pueda tener paz y tranquilidad. Esperemos que pueda encontrar una, puesto que casi todas tienen fiestas en verano.

En el párrafo anterior hay verbos conjugados en el indicativo y verbos conjugados en el subjuntivo. ¿Te has dado cuenta de cuál es cuál? A continuación verás los conjugados en el indicativo en verde y los que están en el subjuntivo en rojo. Además, verás que hay un verbo en el imperativo, que está en azul. 

 

Juan: Hola, José, ¿qué tal en España?

José: Súper bien. Ahora estoy en Pamplona, donde empezaron los Sanfermines ayer. 

Juan: ¿Los Sanfermines? ¿Qué es eso?

José: Son unas fiestas muy populares. En Estados Unidos la gente las conoce sobre todo por los encierros. Ya sabes, los "running of the bulls". Pero los Sanfermines no consisten solamente en los encierros, con los toros y la gente corriendo por las calles de Pamplona. Hay muchas más celebraciones conectadas con estas fiestas.

Juan: ¡Ah, interesante! Yo pensaba que los encierros eran la fiesta. Bueno, me alegro de que me hayas informado de la realidad de las fiestas. ¿Y te gustan?

José: ¡Son increíbles! Hay un millón de personas que llegan a Pamplona para ver estas fiestas. Muchas personas son turistas que vienen para ver los encierros. La fiesta se hizo famosa gracias a la descripción que Ernest Hemingway incluyó de los encierros en su novela The Sun Also Rises. Desde entonces, muchos estadounidenses vienen para ver el espectáculo de la gente corriendo con los toros. Al llegar, muchos están muy sorprendidos de que los encierros sean solamente una parte de las celebraciones. Hay música folklórica, conciertos, y muchas cosas más. La ciudad es una fiesta durante 10 días. El último día, la gente se reúne en la plaza principal y canta una canción: "Pobre de mí". En la canción expresan su tristeza de que la fiesta haya llegado a su final. En diez días, cuando llegue el momento final, yo iré a la plaza y cantaré la canción. Después, quiero visitar una ciudad en que pueda tener paz y tranquilidad. Esperemos que pueda encontrar una, puesto que casi todas tienen fiestas en verano.

Para empezar, y como puedes ver en la conversación de arriba, debemos aclarar que nunca vamos a encontrar el subjuntivo en oraciones simples. Siempre que tenemos una oración simple, el verbo a usar será el indicativo--o el imperativo si se trata de un mandato. Por otra parte, el subjuntivo lo encontraremos siempre en cláusulas subordinadas. La dificultad radica en el hecho de que no siempre que tenemos una cláusula subordinada usamos el subjuntivo. Es común encontrar el indicativo en este tipo de cláusulas también.

Examinemos la conversación de Juan y José. Encontramos que se usa el indicativo para expresar afirmaciones, negaciones, preguntas, etc. en oraciones simples o en cláusulas independientes contenidas en oraciones compuestas. Cuando José pregunta "¿Qué es eso?" refiriéndose a los Sanfermines, el verbo "es" que forma el núcleo de la pregunta, está conjugado en el presente de indicativo, en este caso usado para formular una pregunta en una oración simple. Lo mismo ocurre cuando Juan contesta "Son unas fiestas muy populares". En este caso el presente de indicativo sirve para formular una afirmación, también en una oración simple. A continuación, José usa el indicativo en una negación también en una oración simple: "los Sanfermines no consisten sólo en los encierros". Además, encontramos el indicativo también en cláusulas independientes en oraciones compuestas.

Una cláusula independiente es una cláusula que se encuentra en una oración compuesta--es decir una oración con más de un verbo conjugado--que puede funcionar de forma independiente. Nexos típicos de este tipo de cláusulas son "y", "o" y "pero", por ejemplo. Estos nexos pueden unir cláusulas y esas cláusulas mantienen independencia sintáctica. Es decir, podrían funcionar como oraciones simples si se eliminara el nexo. Por ejemplo, cuando José dice "la gente se reúne en la plaza principal y canta una canción", vemos aquí una oración compuesta, ya que tenemos dos verbos conjugados, "se reúne" y "canta". Las dos cláusulas son "la gente se reúne en la plaza principal" y "[la gente] canta una canción", unidas por "y". Si eliminamos esa "y" las dos oraciones pueden existir de forma independiente y tener sentido pleno. 

Finalmente, es cuando encontramos oraciones compuestas con cláusulas subordinadas en las mismas que nos encontramos con el uso de tanto el indicativo como el subjuntivo. Cuando Juan dice: "Yo pensaba que los encierros eran la fiesta", el verbo de las cláusula subordinada, "eran", está conjugado en el imperfecto de indicativo. Sin embargo, cuando dice "me alegro de que me hayas informado de la realidad de las fiestas", el verbo de la cláusula subordinada, "hayas informado", está conjugado en el presente perfecto de subjuntivo. Es en estas situaciones en que realmente podemos ver el contraste modal del indicativo y el subjuntivo.

Como decíamos anteriormente, tradicionalmente se dice que el modo revela la actitud del hablante ante la información dada. Es en este sentido que se asocia el indicativo con la realidad y el subjuntivo con la irrealidad. En términos generales, este contraste funciona. En el ejemplo de arriba--"Yo pensaba que los encierros eran la fiesta"--con el uso del indicativo en "eran" el hablante comunica que, para él, ésa era la realidad, un hecho a su vez enfatizado por el uso de "pensaba". En contraste, cuando José dice "cuando llegue el momento final yo iré a la plaza y cantaré la canción", el verbo "llegue" en la cláusula subordinada está en el subjuntivo porque este hecho no ha ocurrido todavía, está en el futuro, y por lo tanto no puede comunicarse como real. 

Debemos, sin embargo, tener cuidado con este contraste. Examinemos la siguiente oración: "me alegro de que me hayas informado de la realidad de las fiestas". El hablante usa el subjuntivo--"hayas informado"--en la cláusula subordinada. Sin embargo, el hecho es real. José le ha informado a Juan de esa realidad. Ha ocurrido. En este tipo de estructuras, la explicación de que el subjuntivo se reserva para la irrealidad no funciona. Veremos más adelante en este capítulo cómo podemos explicar su uso. 


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