Como ya comentamos, el subjuntivo aparece usado siempre en una cláusula--incluso cuando parece que está siendo usado de forma independiente. Esas cláusulas pueden ser nominales, adjetivas o adverbiales. En los tres casos, cuando aparece el subjuntivo en la cláusula subordinada se debe a que la información en la misma no se puede afirmar como real o recibe menos énfasis.
En esta sección examinaremos con cuidado las cláusulas nominales. Repasaremos qué es una cláusula nominal, en qué contextos estas cláusulas toman el subjuntivo y cómo esos contextos reflejan la imposibilidad de afirmar la información en la cláusula o la falta de énfasis sobre la misma.
Una cláusula es un conjunto de palabras con sentido completo que forma parte de una unidad lingüística mayor. Las cláusulas forman parte de una oración y cumplen una función dentro de esa oración, que llamaremos cláusula principal. Las cláusulas nominales cumplen la misma función que cumpliría un nombre en una oración simple. Pueden ser sujeto, objeto directo, o complemento de una preposición, por ejemplo.
Fíjate en la siguiente oración:
Quiero un nuevo videojuego.
¿Qué funciones sintácticas puedes identificar?
Quiero un nuevo videojuego.
(Sujeto=yo) Verbo Objeto directo
Compara con la siguiente oración:
Quiero que mis padres me compren un videojuego.
En este caso, ¿qué funciones puedes identificar? ¿Hay similitudes entre esta oración y la anterior?
Quiero que mis padres me compren un videojuego.
(Sujeto=yo) Verbo Objeto directo
En el primer caso tenemos una oración simple, con un solo verbo conjugado: "quiero". En el segundo tenemos una oración compuesta, con dos verbos conjugados: "quiero" y "compren". El primer verbo es parte de la cláusula principal y el segundo es parte de la cláusula subordinada, que se une a la principal a través del nexo "que". A pesar de estas diferencias, sin embargo, la estructura de ambas oraciones es muy similar. En el primer caso tenemos un sujeto (implícito en la conjugación del verbo), un verbo y un objeto directo. En el segundo caso tenemos un sujeto (implícito en la conjugación del verbo), un verbo y un objeto directo. La diferencia está en que el objeto directo en la primera oración es un nombre, mientras que en la segunda oración es una cláusula. Esta cláusula cumple la misma función que cumpliría un nombre y, por ello, se denomina cláusula nominal.
Encontramos el subjuntivo en cláusulas nominales en dos contextos:
1. El contenido de la cláusula subordinada no puede afirmarse como real, ya que se trata de algo deseado, sugerido, dudado o negado
2. El contenido puede afirmarse como real pero no merece tanto énfasis para el hablante como el que aparece en la cláusula principal
CONTEXTO 1: El contenido de la cláusula subordinada no puede afirmarse como real, ya que se trata de algo deseado, sugerido, dudado o negado
Pensando primero en el primer contexto, si el verbo en la cláusula principal comunica influencia, sugerencia, deseo, duda o negación, el verbo en la cláusula subordinada irá en el subjuntivo. Esto tiene sentido ya que un verbo de influencia, por ejemplo, en la cláusula principal implica que la acción en la subordinada no ha tenido lugar y por lo tanto no se puede afirmar como real.
Examina el siguiente e-mail que José, que todavía está en España, le escribe a su novia Alicia:
Hola, Alicia
¿Cómo estás? Espero que estés bien y que no estés trabajando demasiado. Te escribo porque he decidido pasar un mes más en España y me gustaría que me visitaras. Dudo que puedas venir, pero de todas formas quiero que sepas que me encantaría verte aquí.
¿Qué verbos o expresiones de deseo, duda o sugerenica puedes encontrar en las oraciones anteriores?
Hola, Alicia
¿Cómo estás? Espero que estés bien y que no estés trabajando demasiado. Te escribo porque he decidido pasar un mes más en España y me gustaría que me visitaras. Dudo que puedas venir, pero de todas formas quiero que sepas que me encantaría verte aquí.
En este caso, José expresa esperanzas, deseos y dudas sobre la información contenida en las cláusulas subordinadas, y por ello encontramos en todas ellas el subjuntivo. Él espera que Alicia esté bien y no esté trabajando mucho, pero como esperanza que es, no puede afirmar que ese sea el caso, y de ahí que se use el subjuntivo en la cláusula que contiene la información sobre lo que espera. Lo mismo podemos decir sobre lo que duda. No puede afirmar información sobre la que tiene dudas, en este caso, el que Alicia pueda ir a España a visitarlo. Es por estas razones que verbos y expresiones que comunican deseo, esperanzas y dudas siempre introducen cláusulas en las que el verbo va conjugado en el subjuntivo. Es imposible afirmarlas.
CONTEXTO 2: El contenido de la cláusula subordinada puede afirmarse como real pero no merece tanto énfasis para el hablante como la información que aparece en la cláusula principal
En la mayor parte de las cláusulas subordinadas nominales el uso del subjuntivo se explica debido a que la información en la cláusula no se puede afirmar. Sin embargo, en ocasiones encontramos el subjuntivo en cláusulas cuya información se puede afirmar como real. Típicamente, esto ocurre cuando encontramos verbos o expresiones de emoción en la cláusula principal que reaccionan a información verídica incluida en la cláusula subordinada. En este caso, como ya anunciamos en una sección anterior, la clave del uso del subjuntivo no es la imposibilidad de afirmar la información. En este caso, se explica el uso del subjuntivo por el hecho de que en este tipo de estructuras el énfasis cae sobre la reacción, y no sobre aquello a lo que se reacciona, que se supone es información ya conocida en el contexto. En estos casos, el uso del subjuntivo en la cláusula subordinada refleja la falta de énfasis sobre esa información.
Examina la respuesta de Alicia a José a su invitación:
Hola José,
Me alegro de que lo estés pasando tan bien en España. Es una pena que yo no pueda ir a visitarte, pero no he terminado con mis clases y, además, no tengo dinero para un billete de avión a España. De todas formas, me parece excelente que te quedes allí un mes más. ¡Pásalo bien!
En las oraciones anteriores, ¿qué verbos o expresiones puedes identificar que comuniquen emociones o reacciones?
Hola José,
Me alegro de que lo estés pasando tan bien en España. Es una pena que yo no pueda ir a visitarte, pero no he terminado con mis clases y, además, no tengo dinero para un billete de avión a España. De todas formas, me parece buena idea que te quedes allí un mes más. ¡Pásalo bien!
En este caso, Alicia ofrece sus reacciones al correo de José. Cuando dice que se alegra de que José lo esté pasando bien en España, en realidad, la única información nueva es su reacción, ya que tanto José como ella saben que él lo está pasando bien. Es lógico en este sentido que la información menos importante, por ser ya conocida dado el contexto, vaya en el subjuntivo y reciba por tanto menos énfasis. Igualmente, cuando dice que es una pena que no pueda visitarlo, el énfasis cae en su reacción más que en el hecho de que no pueda hacerlo. Algo similar vemos en el último ejemplo: " . . . me parece buena idea que te quedes allí un mes más". José le ha dicho a Alicia que se va a quedar un mes más en España. Ambos son conscientes de esta información. Lo que es nuevo es cómo reacciona Alicia a la misma, el hecho de que le parece buena idea. Esa información nueva va en el indicativo, mientras que la información ya conocida va en el subjuntivo, perdiendo énfasis.
EL CONTRASTE MODAL: Verbos o expresiones que pueden introducir tanto el indicativo como el subjuntivo (conllevando con ello un cambio de significado)
Como ya vimos en la sección sobre el indicativo, hay verbos--como "sugerir" o "decir"--que pueden introducir tanto información como sugerencias o influencia. Vimos que el contenido semántico del verbo--si debemos interpretarlo como una sugerencia o como una forma de introducir una afirmación-- se aclara con el uso del indicativo o subjuntivo en la cláusula subordinada que los sigue.
"Dijo que Juan venía" vs. "Le dijo a Juan que viniera"
Este tipo de contraste revela claramente el contraste modal, es decir, permiten comparar en detalle las diferencias de significado asociadas con el indicativo y el subjuntivo. Podemos ver este contraste también en otros verbos y expresiones que, según tomen subjuntivo o indicativo, comunican sentimiento o información.
Veamos algunos de estos contrastes:
"Entiendo que no quieras venir a la fiesta"
vs.
"Entiendo que no quieres venir a la fiesta"
En el primer caso, el hablante expresa empatía o simpatía por el hecho de que la persona con la que habla no quiera ir a la fiesta ("I sympathize with you not wanting to go to the party"). En el segundo caso, el hablante expresa que entiende la información ("It's my understanding that you don't want to come").
"Me alegro de que viniera"
vs.
"Me alegro de que vino"
Como ya anunciamos, sobre todo en el español de Latinoamérica, es posible escuchar verbos de emoción o afecto seguidos de indicativo. El uso del subjuntivo en la cláusula subordinada revela la intención del hablante de enfatizar la reacción emocional hacia el contenido de la cláusula. El uso del indicativo en la cláusula subordinada revela la intención del hablante de enfatizar el valor informativo del contenido de la misma. Este tipo de construcción la encontraremos típicamente en la lengua hablada.