Como anunciamos ya en la introducción, el subjuntivo se usa siempre en clásulas subordinadas, pero sólo cuando la información incluida en la cláusula subordinada es percibida por el hablante como no real o, al menos, no merecedora de su afirmación.
Examina la siguiente conversación:
Juan: Hola, José. ¿Qué tal?
José: Genial. Estoy en Santiago de Compostela. Es una ciudad hermosísima. Tiene una catedral del siglo XI. La fachada principal, que puedes ver aquí, es del siglo XVIII. Yo vine aquí buscando tranquiliad, pero Santiago es el punto final del famoso Camino de Santiago. Por eso, la verdad es que hay muchos turistas. El Camino es una ruta de peregrinaje medieval que dura hasta nuestros días. Es increíble que miles de personas vengan caminando hasta Santiago, muchas veces desde Francia. Vienen por diferentes razones, pero el punto final para toda la gente es la catedral, donde está enterrado el cuerpo del apostol Santiago el Mayor. Al menos, esa es la leyenda. He hablado con varios peregrinos que han hecho el Camino. Algunas personas lo hacen por motivos religiosos, otras por turismo, y otras por razones espirituales. Muchas personas esperan que el camino les ayude a descubrirse a sí mismas. Buscan una experiencia que revele la verdad de su espíritu.
Juan: ¿Te gustaría hacerlo?
José: Sí, voy a regresar cuando termine la universidad. Espero que el Camino me ayude a decidir qué hacer con mi vida después de graduarme.
¿Cuántas oraciones subordinadas hay y cuáles se usa el subjuntivo? A continuación, en cursiva y en negrita, verás todas las cláusulas subordinadas y, además, en rojo las que llevan el subjuntivo.
Juan: Hola, José. ¿Qué tal?
José: Genial. Estoy en Santiago de Compostela. Es una ciudad hermosísima. Tiene una catedral del siglo XI. La fachada principal, que puedes ver aquí, es del siglo XVIII. Yo vine aquí buscando tranquiliad, pero Santiago es el punto final del famoso Camino de Santiago. Por eso, la verdad es que hay muchos turistas. El Camino es una ruta de peregrinaje medieval que dura hasta nuestros días. Es increíble que miles de personas vengan caminando hasta Santiago, muchas veces desde Francia. Vienen por diferentes razones, pero el punto final para toda la gente es la catedral, donde está enterrado el cuerpo del apostol Santiago el Mayor. Al menos, esa es la leyenda. He hablado con varios peregrinos que han hecho el Camino. Algunas personas lo hacen por motivos religiosos, otras por turismo y otras por razones espirituales. Muchas personas esperan que el camino les ayude a descubrirse a sí mismas. Buscan una experiencia que revele la verdad de su espíritu.
Juan: ¿Te gustaría hacerlo?
José: Sí, voy a regresar cuando termine la universidad. Espero que el Camino me ayude a decidir qué hacer con mi vida después de graduarme.
Como ves, no todas las cláusulas subordinadas en el párrafo anterior llevan el subjuntivo. Varias de ellas llevan el indicativo. Vemos el indicativo en la cláusula subordinada cuando la información contenida en la cláusula merece la afirmación del hablante, quien la percibe como real. Cuando José dice "La fachada, que puedes ver aquí, es...", el uso del indicativo se explica porque, efectivamente, Juan puede ver la fachada en la foto. La cláusula subordinada está describiendo una fachada que el hablante ha visto. La información que Juan da sobre la fachada es percbida por él como real, algo que puede afirmar. Asimismo, cuando José dice "He hablado con varios peregrinos que han hecho el camino", el uso del indicativo en "han hecho" se explica porque esos peregrinos con los que José ha hablado sí han hecho el camino. Es decir, esta información que José da sobre ellos se puede afirmar como real.
Por el contrario, las cláusulas subordinadas que toman subjuntivo lo hacen porque el hablante no puede afirmar la realidad de la información en ellas contenida. Así, cuando José dice que "Muchas personas esperan que el camino les ayude a descubrirse a sí mismas", la información contenida en la cláusula subordinada es una esperanza o deseo. Como tal esperanza, no se puede afirmar como información real, de ahí el uso del subjuntivo. Igual ocurre cuando dice "Buscan una experiencia que revele la verdad de su espíritu". En este caso, buscar una experiencia no garantiza que se encuentre, por lo tanto no se puede afirmar que esa experiencia vaya o no vaya a revelar la verdad de su espíritu.
¿Cómo puedes explicar el uso del subjuntivo en "Sí, voy a regresar cuando termine la universidad"?
En este caso, el uso del subjuntivo se explica porque la acción de terminar la universidad está en el futuro, y como tal no se puede afirmar como real.
¿Y en "Espero que el Camino me ayude a decidir qué hacer con mi vida después de graduarme"?
En este caso, el uso del subjuntivo se explica porque aunque José espera que el Camino le ayude, esto es sólo una esperanza o un deseo y, por tanto, no se puede garantizar su realidad.
En la gran mayoría de los casos, y como ves en los ejemplos anteriores, el uso del subjuntivo se explica apelando a la falta de realidad de la información contenida en la cláusula subordinada. Esa falta de realidad puede deberse a que se trata de un contexto futuro, o hipotético, o no realizado, o deseado, etc. En algunos casos, sin embargo, el subjuntivo se usa en contextos en los que la información contenida en la cláusula subordinada es real.
Pensemos en la oración del diálogo anterior en la que José dice: "Es increíble que miles de personas vengan caminando hasta Santiago, muchas veces desde Francia." En este caso, José está reaccionando a una información que él percibe como real: muchas personas van a Santiago caminando. Sin embargo, a pesar de la realidad de esa información, el verbo está conjugado en el subjuntivo. En contextos en que la cláusula principal contiene una valoración o una reacción afectiva hacia un hecho que se percibe como real, el uso del subjuntivo se explica por el hecho de que, en estos contextos, el subjuntivo desenfatiza la información ahí contenida, enfatizando, en contraste, la reacción o valoración. Con todo, hemos de decir que, sobre todo en el español americano, en ocasiones se encuentra el uso del indicativo en este tipo de cláusulas subordinadas y, siguiendo la lógica anterior, se explica por el deseo del hablante de añadir énfasis a la información contenida en la cláusula subordinada. Es decir, que aunque poco común, es posible escuchar oraciones del tipo: "Me alegro de que fue al médico."
A continuación, en las siguienes secciones, vamos a ver el uso del subjuntivo en cláusulas subordinadas en más detalle. Para hacerlo, hablaremos de su uso en tres tipos de cláusulas diferentes: nominales, adjetivas y adverbiales.